– Cada uno tiene su rol: los entrenadores entrenan, los árbitros arbitran, los jugadores juegan, TÚ DISFRUTAS.
– TU TAREA ES APOYAR AL EQUIPO Y A TU HIJO. Incítalo a mejorar y a esforzarse, no pienses en el asesoramiento técnico, relájate y goza de ver a tu hijo practicando deporte.
– No hay partido sin dos equipos, no hay juego sin adversarios, LOS DEL OTRO EQUIPO SON NIÑOS IGUAL QUE EL TUYO, diviértete y aplaude lo mas fuerte que puedas.
– El partido se inicia en el vestuario, continua en el campo, sigue en los estiramientos y termina en la ducha. Respeta estos momentos y deja QUE TU HIJO VIVA LA EXPERIENCIA DE SER PARTE DE UN EQUIPO.
– Estar en el banquillo no es un fracaso, es el punto de partida. NUNCA DISCUTAS CON EL ENTRENADOR. Explícale a tu hijo que esforzarse en los entrenamientos es la mejor manera de llegar, su esfuerzo tendrá su premio y llegará su momento.
– El partido es el punto culminante de una semana de entrenamientos, valora los avances del equipo y de tu hijo y no pienses en el resultado. No importa si se ha ganado o se ha perdido, piensa sólo si han mejorado y se han divertido. APOYA A TU HIJO PARA QUE MANTENGA LA ILUSIÓN EN EL JUEGO.
Debe estar conectado para enviar un comentario.